Desorientación extrema: Ambas sustancias pueden distorsionar severamente la percepción de la realidad. La combinación puede dificultar la comunicación, el movimiento y la capacidad de reconocer un entorno seguro.
Sobrecarga emocional y mental: La intensidad de los efectos puede ser abrumadora, provocando confusión, paranoia o miedo, especialmente en usuarios sin experiencia.
Riesgo de náuseas o vómitos: Ambas sustancias pueden causar malestar estomacal, y la combinación aumenta este riesgo.
Depresión respiratoria (en dosis altas de ketamina): Aunque la ketamina es relativamente segura en este aspecto a dosis recreativas, en combinación con otra sustancia, el riesgo podría aumentar.
Mayor duración del estado alterado: La ketamina puede prolongar o amplificar los efectos psicodélicos, haciendo que el regreso a la normalidad sea más largo y complicado.