Efectos cardiovasculares: Ambos salbutamol y LSD pueden causar un aumento de la frecuencia cardíaca y una elevación de la presión arterial. Si se combinan, estos efectos pueden intensificarse, lo que pone una carga adicional sobre el sistema cardiovascular. Esto podría ser especialmente peligroso para personas con condiciones preexistentes del corazón.
Ansiedad y nerviosismo: Salbutamol puede provocar temblores y ansiedad en algunas personas, mientras que el LSD puede aumentar la ansiedad o inducir paranoia, especialmente en ambientes incontrolados o con dosis altas. La combinación de ambos podría intensificar estos efectos, lo que puede ser incómodo y potencialmente desencadenar un «mal viaje».
Alteración de la percepción de los efectos: El LSD altera la percepción de la realidad, lo que puede hacer que los efectos del salbutamol, como los temblores o la taquicardia, sean percibidos de manera más intensa o aterradora. Además, la ansiedad o el malestar inducidos por el LSD podrían dificultar la identificación o manejo de los efectos secundarios del salbutamol.
Interferencia con la respiración: Aunque el salbutamol está diseñado para ayudar a mejorar la respiración en personas con problemas respiratorios, el LSD puede alterar la percepción y la conciencia del cuerpo, lo que podría llevar a una mala interpretación de los síntomas relacionados con la respiración o la ansiedad.