El CBD en el cannabis puede inhibir la enzima CYP3A4, que participa en la metabolización de rosuvastatina. Esto podría aumentar los niveles plasmáticos de la estatina, elevando el riesgo de efectos secundarios como daño muscular (miositis o rabdomiólisis).
Por otro lado, el THC puede interactuar con el sistema nervioso central, lo que podría agravar efectos secundarios como mareos o fatiga que algunas personas experimentan con rosuvastatina.
No se reportan sinergias beneficiosas conocidas.