Sin interacciones significativas: En general, rosuvastatina y cafeína no tienen interacciones directas conocidas que afecten la eficacia de los medicamentos o la seguridad del tratamiento. La rosuvastatina no se ve afectada por la cafeína en cuanto a su capacidad para reducir el colesterol, y la cafeína no interfiere con la acción de la estatina.
Efectos cardiovasculares: La cafeína puede causar un aumento temporal de la presión arterial y la frecuencia cardíaca, especialmente si se consume en grandes cantidades o en personas sensibles a la cafeína. Aunque estos efectos son generalmente leves y transitorios, las personas con hipertensión o problemas cardiovasculares deben tener precaución, ya que el aumento en la presión arterial podría aumentar el riesgo de complicaciones cardiovasculares a largo plazo, aunque no es un riesgo directo asociado con la combinación de cafeína y rosuvastatina.
Efectos sobre el hígado: Rosuvastatina se metaboliza en el hígado, y aunque la cafeína también puede afectar el metabolismo hepático, no se ha demostrado que su consumo interfiera significativamente con la acción de la rosuvastatina. Sin embargo, es recomendable no consumir grandes cantidades de cafeína, ya que en exceso podría afectar la función hepática, especialmente en personas con enfermedades preexistentes.