Efectos sedantes y sobrecarga del sistema nervioso central: Tanto la oxicodona como el cannabis tienen propiedades sedantes. La oxicodona puede inducir una profunda somnolencia y disminuir la capacidad de reacción. El THC en el cannabis también puede inducir relajación y somnolencia en algunas personas, aumentando los efectos sedantes de la oxicodona.
La combinación de ambos puede intensificar estos efectos, lo que puede hacer que la persona se sienta excesivamente somnolienta o lenta, con dificultades para coordinarse o realizar tareas cotidianas. Esto aumenta el riesgo de accidentes si la persona conduce o realiza actividades que requieren concentración.
Alteración del juicio y la percepción: El cannabis puede alterar la percepción y la coordinación motora, lo que puede incrementar los efectos sedantes de la oxicodona. Las personas que combinan estas sustancias pueden tener una dificultad mayor para tomar decisiones claras o pueden experimentar una disminución en su capacidad de juicio.
El cannabis también puede aumentar la ansiedad o la paranoia en algunas personas, lo que puede empeorar el estado emocional o provocar experiencias desagradables al combinarlo con la oxicodona.
Riesgo de depresión respiratoria: Aunque el cannabis no causa depresión respiratoria directamente, el uso conjunto con oxicodona, que sí puede afectar la respiración, podría aumentar el riesgo de problemas respiratorios. La combinación de ambos puede reducir la capacidad del cuerpo para mantener un ritmo respiratorio adecuado, especialmente si se toman dosis altas de ambos.
Riesgo de efectos psicotrópicos intensificados: El THC en el cannabis puede aumentar la sensibilidad emocional y la percepción de los efectos de otras sustancias, lo que podría hacer que los efectos sedantes y psicóticos de la oxicodona sean más intensos, llevando a una experiencia inesperada. En algunos casos, las personas pueden sentirse más desequilibradas emocionalmente o experimentar psicosis temporal.
Potencial de dependencia y tolerancia: Tanto la oxicodona como el cannabis pueden tener un potencial de abuso. Aunque el cannabis tiene un potencial mucho menor de dependencia en comparación con la oxicodona, mezclarlos puede aumentar el riesgo de desarrollar dependencia psicológica a la combinación, especialmente si se utilizan como una forma de automedicación.