Somnolencia y mareos: El naproxeno puede causar mareos en algunas personas, y las benzodiacepinas, al ser sedantes, podrían intensificar este efecto, aumentando el riesgo de caídas o accidentes.
Efectos gastrointestinales: El naproxeno puede irritar el estómago, mientras que las benzodiacepinas suelen relajar los músculos lisos, lo que podría retrasar el vaciamiento gástrico y exacerbar la irritación estomacal.
Sistema nervioso central: Aunque el naproxeno no deprime directamente el sistema nervioso central, los efectos de las benzodiacepinas sobre la atención y la coordinación pueden amplificarse si hay malestar físico asociado al uso del naproxeno (como dolor abdominal).
Uso prolongado: El uso crónico de benzodiacepinas puede generar dependencia, y el uso simultáneo con naproxeno podría complicar la identificación de síntomas secundarios (como malestar gástrico o fatiga).