Ambas sustancias aumentan la actividad cerebral y física, lo que puede generar hipertermia, estrés cardiovascular extremo y una sobrecarga neurológica significativa.
Efectos cruzados: Cuando se combinan, estas sustancias pueden intensificar sus efectos estimulantes, aumentando los riesgos físicos y psicológicos.
Estrés cardiovascular extremo: Ambas sustancias aumentan la presión arterial y la frecuencia cardíaca, lo que puede generar hipertensión severa, arritmias cardíacas, infartos o accidentes cerebrovasculares.
Hipertermia y deshidratación: El MDMA eleva significativamente la temperatura corporal, y el modafinilo puede prolongar la actividad física o mental, aumentando el riesgo de golpe de calor y daño orgánico.
Sobrecarga neurológica: Ambas sustancias afectan los niveles de neurotransmisores, lo que puede causar agotamiento extremo del sistema nervioso, confusión, irritabilidad y síntomas de serotonina o dopamina bajos posteriormente.
Riesgo de sobredosis: La estimulación prolongada puede enmascarar el cansancio físico y llevar a un consumo excesivo de MDMA, aumentando el riesgo de toxicidad aguda.
Insomnio extremo y agotamiento: Ambas sustancias pueden interferir significativamente con el sueño, prolongando el estado de alerta y llevando al agotamiento físico y mental.
Esta mezcla debe evitarse completamente. Si alguien consume ambas sustancias juntas y presenta síntomas como fiebre alta, confusión, taquicardia severa, dificultad para respirar o pérdida de conciencia, busca atención médica de inmediato. Mantenerse hidratado y en un entorno seguro no elimina los riesgos significativos asociados a esta combinación.