La combinación de metotrexato (un inmunosupresor y quimioterápico) e ibuprofeno (un antiinflamatorio no esteroideo, AINE) es altamente peligrosa debido al impacto combinado en la función renal y la toxicidad potencialmente letal del metotrexato. El ibuprofeno puede aumentar significativamente los niveles de metotrexato en el cuerpo, lo que incrementa el riesgo de efectos secundarios graves.
Efectos cruzados: El metotrexato inhibe la proliferación celular y suprime el sistema inmunológico, mientras que el ibuprofeno reduce la inflamación y el dolor al bloquear la producción de prostaglandinas. Ambos medicamentos pueden afectar los riñones y el hígado, aumentando el riesgo de toxicidad cuando se usan juntos.
Riesgo renal severo: El ibuprofeno puede reducir el flujo sanguíneo a los riñones, lo que disminuye la capacidad del cuerpo para eliminar el metotrexato de manera eficiente. Esto puede llevar a una acumulación de metotrexato en la sangre, aumentando el riesgo de toxicidad renal y sistémica.
Riesgo hepático: El metotrexato es hepatotóxico, especialmente en tratamientos prolongados. El uso de ibuprofeno puede agregar estrés al hígado, incrementando el riesgo de daño hepático en personas con función hepática comprometida.
Riesgo gastrointestinal: El ibuprofeno puede irritar el revestimiento del estómago y aumentar el riesgo de úlceras y hemorragias gastrointestinales. El metotrexato también puede causar molestias digestivas, lo que intensifica el riesgo de complicaciones gastrointestinales.
Riesgo inmunológico: El metotrexato ya debilita el sistema inmunológico, lo que aumenta la susceptibilidad a infecciones. Aunque el ibuprofeno no afecta directamente el sistema inmunológico, el uso conjunto podría enmascarar síntomas de infecciones graves, como fiebre.
Riesgo de toxicidad sistémica: El uso conjunto puede aumentar los niveles de metotrexato en sangre, lo que incrementa el riesgo de efectos secundarios graves, como estomatitis (úlceras bucales), mielosupresión (disminución de células sanguíneas) y daño multiorgánico.
Para minimizar riesgos, evita completamente el uso de ibuprofeno mientras estés en tratamiento con metotrexato, a menos que sea estrictamente indicado por un médico. Si necesitas un analgésico, consulta a tu médico para considerar alternativas más seguras, como el paracetamol. Si experimentas síntomas como dolor abdominal, vómitos, fiebre, úlceras bucales o dificultad para respirar, busca atención médica de inmediato. Esta combinación puede tener consecuencias graves y potencialmente mortales.