La combinación de metadona y ketamina es extremadamente peligrosa debido a sus efectos acumulativos y contradictorios sobre el sistema nervioso central (SNC) y el sistema respiratorio. Ambas sustancias tienen un alto impacto en el SNC, y su uso conjunto puede aumentar significativamente el riesgo de depresión respiratoria, sedación extrema y otras complicaciones graves.
Efectos cruzados: La metadona es un opioide de acción prolongada que deprime el SNC y reduce la función respiratoria, mientras que la ketamina es un anestésico disociativo que altera la percepción sensorial y también tiene efectos sedantes. En conjunto, sus propiedades pueden amplificar los efectos depresores y disociativos.
Depresión respiratoria severa: La metadona deprime la respiración, y aunque la ketamina puede tener efectos estimulantes leves en dosis bajas, en combinación con la metadona aumenta el riesgo de insuficiencia respiratoria.
Sobreesedación: La combinación puede causar somnolencia extrema, mareos, confusión y pérdida del conocimiento, lo que aumenta el riesgo de caídas, accidentes y complicaciones médicas.
Alteración de la percepción: La ketamina puede inducir estados disociativos y alucinaciones, que en combinación con la sedación de la metadona pueden generar experiencias emocionalmente perturbadoras y comportamientos peligrosos.
Riesgo cardiovascular: La ketamina puede aumentar la presión arterial y la frecuencia cardíaca, mientras que la metadona puede prolongar el intervalo QT y causar bradicardia. Esta interacción aumenta significativamente el riesgo de arritmias y colapso cardiovascular.
Sobrecarga hepática: Ambas sustancias son metabolizadas en el hígado, lo que puede generar estrés hepático y aumentar el riesgo de toxicidad, especialmente en personas con enfermedades hepáticas.
Dificultad para monitorear síntomas: La sedación profunda causada por la metadona puede dificultar la percepción de efectos adversos severos de la ketamina, como presión arterial elevada o desorientación extrema.
Para minimizar riesgos, evita absolutamente esta combinación. Si alguien consume metadona y ketamina y experimenta dificultad para respirar, dolor en el pecho, desmayos, confusión severa o pérdida de conciencia, busca atención médica inmediata. Esta mezcla presenta un alto riesgo de complicaciones graves, incluida la muerte, incluso en dosis moderadas.