Efectos psicológicos: La meprednisona puede alterar el estado de ánimo, generando ansiedad o irritabilidad, y en algunos casos, efectos más graves como psicosis. Al mismo tiempo, la psilocibina puede inducir alteraciones profundas en la percepción y el estado de ánimo. La combinación de ambas sustancias puede aumentar el riesgo de experiencias psicológicas incómodas, como ansiedad extrema, paranoia o confusión.
Riesgos de psicosis o alteraciones mentales: La meprednisona, especialmente en dosis altas o en tratamientos prolongados, puede inducir efectos secundarios psicológicos graves, como delirios o psicosis. La psilocibina también tiene el potencial de alterar profundamente la conciencia, y en combinación con un corticosteroide como la meprednisona, este efecto puede ser impredecible. Esto podría aumentar el riesgo de experiencias psicóticas o una mala «viaje» (malas experiencias durante el consumo de psilocibina).
Impacto en el sistema inmunológico: Aunque la psilocibina no tiene un impacto directo significativo en el sistema inmunológico, la meprednisona suprime la respuesta inmune. El uso de psilocibina en personas inmunocomprometidas podría generar riesgos adicionales, aunque esto no es un problema directo entre ambas sustancias, es importante ser consciente de la salud general.