Efectos cardiovasculares contradictorios: El losartán está diseñado para bajar la presión arterial, pero el MDMA puede causar un aumento significativo de la presión arterial y la frecuencia cardíaca, contrarrestando el efecto del losartán. Esto puede provocar una carga adicional al sistema cardiovascular, especialmente en personas con antecedentes de hipertensión o problemas cardíacos.
Riesgo de daño renal: Tanto el losartán como el MDMA pueden afectar la función renal. El losartán puede aumentar los niveles de potasio en sangre, mientras que el MDMA, al inducir deshidratación o hipertermia, puede exacerbar problemas renales. Esto eleva el riesgo de insuficiencia renal aguda.
Hipertermia y deshidratación: El MDMA puede causar hipertermia y deshidratación, efectos que pueden ser más graves si la regulación de la presión arterial está comprometida. El losartán podría no proteger adecuadamente contra estas complicaciones.
Efectos en el sistema nervioso central: Aunque el losartán no tiene efectos directos sobre el sistema nervioso central, la interacción con el MDMA puede intensificar los riesgos neurológicos como confusión, ansiedad o mareos, debido a la alteración de la regulación cardiovascular.
Riesgos impredecibles: La combinación puede tener efectos inesperados debido a la falta de datos específicos sobre esta interacción. Esto hace que la combinación sea peligrosa, especialmente en personas con condiciones preexistentes.