Efectos sobre el sistema nervioso: No se han identificado interacciones directas entre levodopa y paracetamol en relación con el sistema nervioso central o la eficacia del tratamiento para el Parkinson. La levodopa sigue funcionando normalmente para aumentar los niveles de dopamina en el cerebro, mientras que paracetamol alivia el dolor sin interferir con ese proceso.
Efectos hepáticos: Paracetamol es metabolizado en el hígado, y su uso en dosis altas puede provocar daño hepático. Sin embargo, no hay evidencia de que el uso conjunto de levodopa y paracetamol aumente este riesgo de manera significativa. No obstante, se recomienda no exceder la dosis diaria recomendada de paracetamol (generalmente 4 gramos por día para un adulto sano) para evitar efectos negativos en el hígado.
Riesgos renales y gástricos: Ambos medicamentos tienen efectos relativamente suaves en los riñones y el sistema gastrointestinal. Levodopa no tiene efectos adversos graves en el sistema renal, y paracetamol es menos irritante para el estómago en comparación con los antiinflamatorios no esteroides (AINEs). Por lo tanto, la combinación de ambos medicamentos no debería causar problemas adicionales en estos sistemas en personas sanas.