Efectos sobre el hígado: El paracetamol se metaboliza principalmente en el hígado. En dosis altas o con uso prolongado, puede ser tóxico para el hígado, lo que podría ser una preocupación en personas con enfermedad hepática preexistente. Sin embargo, este riesgo no está directamente relacionado con la insulina.
Efectos sobre la glucosa: El paracetamol no tiene un efecto directo significativo sobre los niveles de glucosa en sangre ni sobre la acción de la insulina. A diferencia de otros medicamentos, como los AINEs (ibuprofeno, por ejemplo), que pueden afectar los riñones o la respuesta a la insulina, el paracetamol no altera notablemente el control de la glucosa.