Riesgo de hipoglucemia: El LSD puede alterar la percepción del tiempo y los cambios emocionales en la persona que lo consume. Este efecto podría dificultar el seguimiento de horarios de comidas y administración de insulina, lo que podría llevar a una hipoglucemia inesperada debido a la interacción con el metabolismo de la glucosa.
Efectos emocionales y psicológicos: El LSD puede inducir estados emocionales extremos y disociativos que dificultan el manejo del control de la glucosa, especialmente en personas que dependen de la insulina para mantener sus niveles de azúcar en sangre.
Interferencia con el monitoreo de la glucosa: Los efectos psicodélicos del LSD podrían afectar la capacidad de observar y responder adecuadamente a los cambios en los niveles de glucosa en la sangre.