Efectos sobre la glucosa: La ketamina puede aumentar temporalmente los niveles de glucosa en sangre en algunas personas, debido a su efecto sobre la liberación de catecolaminas (como la adrenalina), que pueden elevar los niveles de glucosa. Esto podría interferir con el control de la glucosa en personas que usan insulina, lo que podría llevar a la hiperglucemia (niveles elevados de glucosa).
Efectos cardiovasculares: La ketamina aumenta la presión arterial y la frecuencia cardíaca, lo que podría ser un riesgo adicional para personas con diabetes, ya que estas condiciones aumentan el riesgo de complicaciones cardiovasculares. Las personas que dependen de la insulina deben tener cuidado con estos efectos, ya que podrían complicar el manejo de la salud cardiovascular.
Efectos psicológicos y de percepción: La ketamina tiene efectos disociativos y alucinógenos, lo que podría dificultar la capacidad de una persona para identificar y manejar adecuadamente los cambios en su salud, como los síntomas de hipoglucemia (bajos niveles de glucosa en sangre).