Aumento del apetito: El THC en el cannabis puede aumentar el apetito, lo que puede hacer que las personas coman más de lo habitual. Esto podría afectar los niveles de glucosa en sangre y requerir ajustes en la dosis de insulina, ya que un aumento en la ingesta de alimentos puede hacer que los niveles de azúcar suban.
Efectos sobre la glucosa: Algunos estudios sugieren que el cannabis podría tener efectos complejos sobre el metabolismo de la glucosa. Por ejemplo, algunos usuarios de cannabis han reportado que puede alterar la respuesta a la insulina, aunque los resultados de los estudios son mixtos. En general, el cannabis no parece causar grandes fluctuaciones de glucosa en sangre en la mayoría de las personas, pero los efectos pueden variar.
Riesgo de hipoglucemia: Si el cannabis induce un aumento en el apetito y la persona no ajusta su insulina adecuadamente para cubrir el aumento de alimentos, esto podría llevar a hipoglucemia o descontrol de la glucosa.