Efectos sobre el sistema nervioso central: Las benzodiacepinas pueden causar sedación, somnolencia y relajación muscular. Aunque estas no alteran directamente los niveles de glucosa en sangre, los efectos sedantes pueden dificultar la capacidad de una persona para identificar síntomas de hipoglucemia (bajos niveles de glucosa), como mareos o temblores.
Riesgo de hipoglucemia: Las benzodiacepinas no afectan directamente la insulina ni la regulación de la glucosa, pero pueden enmascarar los síntomas de la hipoglucemia, dificultando que la persona identifique que sus niveles de glucosa están bajos. Es importante que las personas con diabetes sean conscientes de este riesgo.
Efectos metabólicos: En general, las benzodiacepinas no alteran el metabolismo de la glucosa, por lo que no deberían afectar de manera significativa el control de la diabetes cuando se usan con insulina. Sin embargo, la somnolencia o el cansancio inducido por las benzodiacepinas podrían interferir con la capacidad de una persona para seguir un régimen adecuado de alimentación o monitoreo de glucosa.