Efectos sobre los riñones: El ibuprofeno, como otros AINEs, puede afectar la función renal si se usa en exceso o durante periodos prolongados, especialmente en personas con condiciones preexistentes. Dado que la insulina se excreta a través de los riñones, una función renal comprometida podría alterar la eliminación de insulina y potencialmente aumentar el riesgo de hipoglucemia (bajos niveles de glucosa en sangre). Sin embargo, este efecto suele ser más relevante en personas con problemas renales preexistentes.
Efectos sobre la glucosa: En general, el ibuprofeno no tiene un efecto directo sobre los niveles de glucosa en sangre, pero puede alterar ligeramente la respuesta de la insulina en personas con diabetes, especialmente cuando se usa a largo plazo o en dosis altas. Este efecto no es común y suele ser de bajo riesgo en la mayoría de las personas.
Riesgo de úlceras o sangrado: El uso prolongado de ibuprofeno puede aumentar el riesgo de úlceras gástricas o sangrado gastrointestinal. Aunque este riesgo no está directamente relacionado con la insulina, las personas con diabetes pueden tener un mayor riesgo de complicaciones gastrointestinales si no toman precauciones.