Diferentes mecanismos de acción: Heroína es un opioide que actúa como depresor del sistema nervioso central, causando efectos como sedación, euforia y alivio intenso del dolor. Ibuprofeno es un antiinflamatorio no esteroideo (AINE) que reduce la inflamación, la fiebre y el dolor mediante la inhibición de enzimas COX-1 y COX-2. Debido a que sus mecanismos de acción son distintos, no se potencian ni contrarrestan directamente.
Alivio del dolor: En el contexto de dolor intenso, ambos fármacos pueden proporcionar alivio, aunque el efecto de la heroína suele ser mucho más potente y central. El ibuprofeno puede ayudar a abordar el componente inflamatorio del dolor que la heroína no trata.
Efectos secundarios gastrointestinales: El ibuprofeno puede causar irritación gástrica, úlceras o sangrado gastrointestinal, especialmente con un uso prolongado o en dosis altas. Aunque la heroína no afecta directamente el estómago, su uso puede enmascarar el dolor abdominal causado por el ibuprofeno, retrasando el reconocimiento de complicaciones graves.
Sobrecarga hepática y renal: El uso crónico de ibuprofeno puede causar daño renal y, en menor medida, hepático. Si la heroína está adulterada con sustancias tóxicas, esto podría aumentar el riesgo de daño a estos órganos.
Riesgo de enmascaramiento de síntomas: La heroína puede enmascarar síntomas de alerta temprana relacionados con efectos secundarios del ibuprofeno, como dolor abdominal, náuseas o mareos, lo que puede retrasar la detección de problemas médicos.