Efectos combinados en la presión arterial: Tanto la espironolactona como el alcohol pueden causar hipotensión. Esta combinación puede provocar mareos o desmayos, especialmente si se consume alcohol en grandes cantidades o si el individuo se encuentra deshidratado.
Impacto en la hidratación y los electrolitos: El alcohol promueve la pérdida de líquidos y puede aumentar el riesgo de deshidratación, contrarrestando parcialmente los efectos diuréticos de la espironolactona, pero también afectando el equilibrio electrolítico. Esto puede hacer que los niveles de potasio permanezcan más altos de lo recomendado.
Efectos en el hígado: El metabolismo de la espironolactona en el hígado puede verse afectado por el alcohol, especialmente si el consumo de alcohol es crónico o excesivo. Esto puede aumentar el riesgo de toxicidad tanto para la espironolactona como para el alcohol.