Efectos sobre el sistema cardiovascular: La esketaína puede elevar la presión arterial y la frecuencia cardíaca durante su uso. El paracetamol, por lo general, no tiene un efecto significativo en la presión arterial o en el sistema cardiovascular. Sin embargo, en personas con hipertensión o problemas cardíacos, cualquier aumento en la presión arterial (por la esketamina) debe ser monitoreado.
Efectos en el hígado: Paracetamol se metaboliza en el hígado, y su uso en dosis altas o crónicas puede causar daño hepático. Aunque no hay interacciones directas con la esketaína, es importante no exceder la dosis recomendada de paracetamol (máximo 4 gramos al día) para evitar sobrecargar el hígado. Esketamina no tiene efectos directos sobre el hígado, pero cualquier sustancia que se metabolice en el hígado debe usarse con precaución en personas con problemas hepáticos.
No hay efectos psicoactivos combinados: No se espera que la combinación de esketaína y paracetamol tenga efectos sinérgicos en términos de alteración de la conciencia o percepción, ya que ambos actúan de manera diferente en el cuerpo (la esketamina afecta la percepción y la conciencia, mientras que el paracetamol actúa como analgésico sin efectos psicoactivos).