Intensificación de los efectos disociativos: Ambas sustancias tienen efectos disociativos marcados, y su combinación puede llevar a una experiencia extremadamente intensa, caracterizada por: despersonalización severa (sentir que uno está desconectado de su cuerpo), pérdida total de la percepción del entorno y estados de disociación profundos difíciles de manejar emocional y físicamente.
Impacto en el sistema cardiovascular: Tanto la ketamina como la esketamina pueden aumentar la frecuencia cardíaca y la presión arterial. En combinación, este efecto puede ser significativo, especialmente en personas con problemas cardiovasculares preexistentes.
Sobredosis accidental: Como ambas sustancias son químicamente similares, es difícil estimar una dosis segura cuando se combinan. Esto puede llevar a una sobredosis, con riesgos como: depresión respiratoria, pérdida de consciencia prolongada y daño a órganos por falta de oxigenación.
Alteración severa del juicio: Los estados disociativos combinados pueden dificultar la capacidad de tomar decisiones seguras, aumentando el riesgo de accidentes o comportamientos peligrosos.
Daño cognitivo a largo plazo: El uso combinado y frecuente de ketamina y esketamina puede aumentar el riesgo de problemas de memoria y alteraciones cognitivas a largo plazo.