Efectos cruzados: Aunque no interactúan directamente en los mecanismos de acción, su combinación podría amplificar el estrés metabólico en personas con problemas hepáticos o con consumo reciente de otras sustancias hepatotóxicas.
Sobrecarga hepática: Ambas sustancias son metabolizadas en el hígado. Aunque el paracetamol es seguro en dosis terapéuticas, una sobredosis puede causar toxicidad hepática. Si el DMT se combina con paracetamol en un contexto donde ya hay otras sustancias implicadas (como alcohol), el riesgo para el hígado aumenta.
Impacto físico durante el viaje psicodélico: El DMT puede causar sensaciones físicas intensas, como presión corporal, mareos o náuseas. El paracetamol no interactúa directamente con estos efectos, pero si se consume como medida para aliviar malestar previo, podría no ser eficaz debido a la naturaleza psicoactiva del DMT.
Riesgo psicológico y descontrol físico: La experiencia psicodélica del DMT puede ser abrumadora y generar pérdida momentánea del control físico y emocional. Esto podría dificultar identificar efectos secundarios físicos, como posibles síntomas de toxicidad hepática o efectos secundarios del paracetamol.
Contexto recreativo: En un contexto recreativo, la combinación con otras sustancias (como alcohol u otros psicodélicos) podría aumentar significativamente los riesgos metabólicos y físicos, incluso si el paracetamol no interactúa directamente con el DMT.
En dosis normales de paracetamol, el riesgo es bajo para personas sanas, pero es fundamental evitar su uso combinado en contextos recreativos con otras sustancias. Si se experimenta dolor abdominal, náuseas severas o confusión prolongada, se debe buscar atención médica inmediatamente.