Mezclar Dihidrocodeína y Ketamina tiene
un incremento del riesgo y debes tener especial cuidado.

Estas combinaciones no suelen ser físicamente dañinas, pero pueden producir efectos indeseables e inesperados, como malestar físico o sobreestimulación. El uso extremo puede causar problemas de salud física. Los efectos sinérgicos pueden ser impredecibles. Se debe tener precaución al optar por usar esta combinación.

Tipo de sustancias: Disociativas | Opioides

En general, la mezcla de drogas suele aumentar los riesgos y efectos impredecibles, por lo que se desaconseja, pero en cualquier caso es crucial informarse bien de antemano para proteger la salud. Nos guiamos por esta categorización de riesgos.

Efectos y riesgos

Efectos aditivos en la sedación: La combinación de dihidrocodeína (un depresor del SNC) con ketamina (que también tiene efectos sedantes y depresores a dosis altas) puede potenciar la sedación de ambos, lo que puede provocar una somnolencia excesiva o dificultad para mantenerse alerta. Esto aumenta el riesgo de accidentes o caídas.

Riesgo de depresión respiratoria: La dihidrocodeína en dosis altas puede causar depresión respiratoria, y aunque la ketamina no es típicamente un depresor respiratorio, en combinación con opioides, puede alterar la respuesta respiratoria. Esto puede hacer más difícil identificar problemas respiratorios, aumentando el riesgo de hipoxia (bajos niveles de oxígeno en la sangre).

Efectos psicológicos impredecibles: La ketamina produce efectos disociativos y puede alterar la percepción de la realidad, el cuerpo y el espacio. Cuando se combina con dihidrocodeína, los efectos de sedación y desconexión de la realidad pueden hacer que la experiencia sea difícil de controlar y potencialmente desorientadora o aterradora, especialmente en dosis altas.

La mezcla de efectos disociativos y sedantes también puede aumentar la probabilidad de un mal viaje o un episodio de confusión mental, lo que puede ser angustiante.

Aumento del riesgo de intoxicación: Dado que la ketamina también puede producir efectos de anestesia a dosis altas, la combinación con dihidrocodeína podría hacer que una persona subestime los efectos de ambas sustancias, provocando una intoxicación severa. El riesgo de sobredosis aumenta si se toman altas dosis sin ser conscientes del efecto acumulativo de ambas sustancias.

Disminución de la capacidad motora y cognitiva: Ambas sustancias afectan la coordinación motora y la función cognitiva. La combinación podría llevar a una grave pérdida de control motor, lo que dificulta tareas simples y aumenta el riesgo de accidentes.

Náuseas y malestar físico: La ketamina puede inducir náuseas y mareos, especialmente cuando se combina con opioides como la dihidrocodeína. Esto podría aumentar el malestar físico general, como vómitos o mareos intensos, lo que hace aún más incómoda la experiencia.

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Dihidrocodeína

Dihidrocodeína

¿Qué es?

Es un opioide semisintético derivado de la codeína, utilizado principalmente para tratar el dolor moderado a severo y como antitusivo en casos de tos persistente. Actúa sobre el sistema nervioso central al unirse a los receptores opioides, reduciendo la percepción del dolor y el impulso de toser.

Efectos y Riesgos:

La dihidrocodeína proporciona alivio eficaz del dolor y la tos, y su acción es más prolongada que la de la codeína. Sin embargo, puede causar efectos secundarios como somnolencia, náuseas, estreñimiento, mareos y sensación de relajación o euforia en algunos casos.

El uso prolongado o en dosis más altas de las prescritas puede llevar a tolerancia, dependencia física y psicológica. El riesgo de depresión respiratoria es significativo, especialmente si se combina con otras sustancias depresoras del sistema nervioso central, como el alcohol o las benzodiacepinas. Su uso debe estar estrictamente controlado por un médico, y las dosis deben ajustarse cuidadosamente para evitar efectos adversos graves, incluyendo la posibilidad de sobredosis. Además, es importante no interrumpir su uso de forma abrupta para evitar síntomas de abstinencia.

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Ketamina

Ketamina

¿Qué es?

Es un anestésico disociativo utilizado en medicina y veterinaria, pero también consumido de forma recreativa por sus efectos psicodélicos y de desconexión del entorno.

Efectos y Riesgos:

En dosis recreativas, la ketamina provoca sensación de relajación, alteraciones en la percepción del tiempo y el espacio, y estados disociativos, donde el usuario puede sentir separación de su cuerpo y entorno. En dosis más altas, puede inducir experiencias intensas (“K-hole”) y pérdida total de contacto con la realidad. Sus riesgos incluyen confusión, náuseas, taquicardia y depresión respiratoria. El uso repetido puede causar dependencia psicológica, problemas urinarios graves (cistitis por ketamina) y deterioro cognitivo.

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