Efectos cruzados: La combinación puede intensificar los efectos estimulantes, sobrecargando tanto el sistema cardiovascular como el nervioso central, lo que aumenta significativamente los riesgos.
Riesgo cardiovascular: Tanto los 2C-T-x como la cocaína aumentan la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Su combinación puede sobrecargar el sistema cardiovascular, aumentando el riesgo de hipertensión severa, arritmias, infartos o accidentes cerebrovasculares. La cocaína también constriñe los vasos sanguíneos, lo que podría amplificar los riesgos cardiovasculares asociados con los efectos estimulantes de los 2C-T-x.
Riesgo psicológico: El 2C-T-x puede provocar experiencias intensas y emocionales, incluyendo ansiedad o paranoia. La cocaína puede exacerbar estas sensaciones, aumentando la probabilidad de episodios de pánico, paranoia severa o incluso comportamientos agresivos. La combinación puede dificultar el manejo emocional de la experiencia psicodélica, haciendo que sea más probable un “mal viaje”.
Sobrecarga sensorial: Ambas sustancias amplifican las percepciones sensoriales. Su combinación puede resultar en una sobrecarga sensorial, que puede ser placentera para algunos pero abrumadora o incluso aterradora para otros.
Sobredosis y toxicidad: La cocaína puede contrarrestar temporalmente algunos de los efectos sedantes secundarios de los 2C-T-x, lo que podría llevar a un consumo excesivo de ambas sustancias, aumentando el riesgo de toxicidad. El metabolismo combinado de estas sustancias también puede sobrecargar el hígado, aumentando el riesgo de daño hepático.
Duración y sincronización de efectos: Los efectos del 2C-T-x pueden durar de 4 a 8 horas, mientras que los de la cocaína son mucho más cortos (30-60 minutos). Esto puede generar un desequilibrio emocional cuando los efectos de la cocaína desaparecen mientras los psicodélicos aún están activos.