La combinación no presenta interacciones farmacológicas graves conocidas, pero puede tener efectos impredecibles dependiendo de la dosis, la frecuencia de uso y la sensibilidad individual.
Efectos cruzados: Cuando se combinan, el cannabis puede intensificar la relajación física del Viagra, lo que podría ser placentero para algunos usuarios, pero también puede aumentar el riesgo de hipotensión y mareos, especialmente en posiciones como estar de pie después de acostarse.
Hipotensión severa: Ambas sustancias pueden reducir la presión arterial. Combinarlas puede causar caídas significativas de la presión, especialmente al cambiar de posición, lo que aumenta el riesgo de mareos, desmayos o colapso.
Alteración de la percepción corporal: El cannabis puede intensificar las percepciones físicas y emocionales. Esto puede amplificar tanto los efectos positivos del Viagra como sus efectos secundarios, como dolores de cabeza o rubor facial.
Impacto cardiovascular: En personas con problemas cardiovasculares preexistentes, la combinación puede generar un estrés innecesario en el sistema cardiovascular debido a los efectos combinados en la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
Ansiedad o paranoia: Si el cannabis causa ansiedad o paranoia en algunos usuarios, esto podría interferir con la relajación necesaria para lograr y mantener una erección, afectando la experiencia general.
Deshidratación y malestar físico: Ambas sustancias pueden contribuir a la deshidratación, especialmente en un entorno cálido o durante actividad física intensa como el sexo, aumentando el riesgo de malestar general o fatiga.
En dosis moderadas, puede ser manejable para usuarios experimentados, pero es importante estar atento a signos de mareos o molestias. Las personas con problemas cardíacos o propensas a la ansiedad deben evitar esta mezcla. Si alguien experimenta desmayos, dolor en el pecho o una erección prolongada, debe buscar atención médica de inmediato.