Sin interacción directa significativa: No hay evidencia de que el cannabis interfiera con el mecanismo de acción de la amoxicilina o viceversa.
Posible aumento de efectos secundarios leves: Tanto la amoxicilina como el cannabis pueden causar náuseas o malestar digestivo en algunas personas. Consumir cannabis podría exacerbar estos síntomas.
Impacto en la recuperación: Si se consume cannabis en exceso, puede afectar el sistema inmunológico o el apetito, lo que podría retrasar la recuperación de la infección que se está tratando.
Impacto en la adherencia al tratamiento: El uso de cannabis, especialmente en dosis altas, podría alterar la percepción o el juicio, lo que podría llevar a olvidar dosis o no seguir el régimen de tratamiento correctamente.