Aumento de la estimulación: Tanto la cafeína como el tabaco (debido a la nicotina) son estimulantes del sistema nervioso central. Juntas, pueden incrementar la energía, la concentración y la alerta mental. Sin embargo, esto también puede generar nerviosismo, agitación o ansiedad en personas sensibles a los estimulantes.
Efectos sobre el sistema cardiovascular: El tabaco y la cafeína aumentan la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Aunque generalmente esta combinación no es peligrosa en dosis bajas, en personas con hipertensión o problemas cardíacos, el uso frecuente de ambas sustancias puede poner presión adicional en el sistema cardiovascular.
Impacto negativo a largo plazo en la salud: Si bien la combinación ocasional no es peligrosa, el consumo frecuente de cafeína y tabaco aumenta los riesgos de problemas de salud a largo plazo, como enfermedades cardiovasculares, problemas respiratorios y riesgo de cáncer.
Riesgo de dependencia: Ambos, la cafeína y el tabaco, son sustancias con potencial adictivo. La combinación de ambas puede reforzar la dependencia a cada una, lo que puede resultar en un uso habitual y problemático con el tiempo.