Sobrecarga cardiovascular: La cafeína es un estimulante que aumenta la frecuencia cardíaca y la presión arterial, mientras que los poppers pueden causar una disminución repentina de la presión arterial seguida de un rebote. Esta interacción puede generar estrés en el sistema cardiovascular, aumentando el riesgo de arritmias, taquicardias o mareos.
Mayor riesgo de desmayo: Los poppers causan vasodilatación, lo que puede llevar a una caída rápida de la presión arterial. Si se combina con la estimulación de la cafeína, el cuerpo puede experimentar dificultad para equilibrar la presión arterial, aumentando la probabilidad de mareos intensos o pérdida momentánea de la conciencia.
Confusión mental y malestar físico: Los efectos estimulantes de la cafeína pueden entrar en conflicto con la relajación física y el mareo inducido por los poppers, generando una sensación de incomodidad, agitación o confusión.
Riesgo de sobrestimulación: Aunque los poppers no son tradicionalmente estimulantes, en combinación con cafeína pueden amplificar sensaciones de ansiedad o nerviosismo, especialmente en personas sensibles a los efectos de una o ambas sustancias.