Contradicción de efectos: La dihidrocodeína es un opioide que tiene efectos sedantes y analgésicos, mientras que la cafeína es un estimulante. Al combinar ambas sustancias, los efectos pueden ser contradictorios: la dihidrocodeína induce somnolencia y relajación, mientras que la cafeína aumenta la alerta y puede contrarrestar parcialmente los efectos sedantes de la dihidrocodeína. Esta combinación puede generar una sensación de descoordinación o incomodidad.
Riesgo de somnolencia o sedación excesiva: Aunque la cafeína puede intentar contrarrestar la somnolencia inducida por la dihidrocodeína, no eliminará completamente la sedación. Esto puede causar una sensación de cansancio o fatiga, lo que podría dificultar la concentración o coordinación, especialmente si se realiza alguna actividad que requiera atención plena.
Efectos cardiovasculares: La cafeína aumenta la frecuencia cardíaca y la presión arterial, mientras que la dihidrocodeína puede afectar la respiración y la circulación. La combinación de ambos puede generar un estrés adicional en el sistema cardiovascular y respiratorio, aumentando los riesgos para personas con afecciones cardíacas o respiratorias.
Mayor riesgo de efectos secundarios de la dihidrocodeína: La cafeína podría aumentar la absorción de la dihidrocodeína, potenciando sus efectos sedantes o los efectos secundarios, como mareos, náuseas, somnolencia o depresión respiratoria. En dosis altas, el riesgo de efectos adversos podría incrementarse.