Contradicción de efectos: La cafeína es un estimulante que aumenta la energía, la alerta y la frecuencia cardíaca, mientras que el diazepam es un sedante que actúa como ansiolítico y relajante muscular. Esta combinación puede generar efectos contradictorios, donde la cafeína trata de mantenerte despierto y activo, mientras que el diazepam induce relajación y somnolencia.
Reducción de los efectos del diazepam: La cafeína puede disminuir la efectividad sedante y ansiolítica del diazepam, haciendo que sea más difícil relajarse o controlar la ansiedad. Algunas personas podrían no sentir el efecto completo del diazepam si consumen cafeína al mismo tiempo.
Aumento del riesgo de ansiedad o nerviosismo: La cafeína puede aumentar la ansiedad o el nerviosismo en algunas personas, lo que puede contrarrestar el propósito calmante del diazepam. Esta interacción podría generar un estado de malestar o incomodidad en usuarios sensibles a ambos compuestos.
Descoordinación y somnolencia: Aunque la cafeína puede intentar contrarrestar la sedación del diazepam, en dosis altas de ambos, es posible experimentar descoordinación o somnolencia durante el “crash” de la cafeína, al mismo tiempo que la sedación del diazepam persiste.