Efectos opuestos en el sistema nervioso central: El bromazepam es un depresor del sistema nervioso central, utilizado para reducir la ansiedad y promover la relajación. Las anfetaminas son estimulantes potentes que aumentan la actividad cerebral, elevan el estado de alerta y pueden generar hiperactividad.
La interacción de estas sustancias puede causar un efecto de «freno y acelerador», lo que somete al cuerpo a un estrés innecesario, especialmente al sistema cardiovascular.
Estrés cardiovascular: Las anfetaminas aumentan la presión arterial y la frecuencia cardíaca, mientras que el bromazepam podría enmascarar síntomas de sobreestimulación, como palpitaciones o hipertensión, retrasando una intervención adecuada.
Riesgo de comportamiento impulsivo: Las anfetaminas pueden aumentar la impulsividad y la desinhibición, mientras que el bromazepam reduce la capacidad de juicio y puede potenciar comportamientos riesgosos.
Mayor riesgo de sobredosis: Las anfetaminas pueden contrarrestar parcialmente la somnolencia del bromazepam, lo que podría llevar a consumir más de lo debido de cualquiera de las dos sustancias, aumentando el riesgo de efectos secundarios graves o de sobredosis.