Mezclar Alcohol y Betahistina tiene
un incremento del riesgo y debes tener especial cuidado.

Estas combinaciones no suelen ser físicamente dañinas, pero pueden producir efectos indeseables e inesperados, como malestar físico o sobreestimulación. El uso extremo puede causar problemas de salud física. Los efectos sinérgicos pueden ser impredecibles. Se debe tener precaución al optar por usar esta combinación.

Tipo de sustancias: Depresoras | Farmaco no psicoactivo

En general, la mezcla de drogas suele aumentar los riesgos y efectos impredecibles, por lo que se desaconseja, pero en cualquier caso es crucial informarse bien de antemano para proteger la salud. Nos guiamos por esta categorización de riesgos.

Efectos y riesgos

La combinación de betahistina y alcohol debe manejarse con precaución debido a sus posibles efectos cruzados sobre el sistema nervioso central y gastrointestinal. Aunque no hay interacciones químicas directas significativas, el consumo de alcohol puede aumentar algunos de los efectos secundarios de la betahistina.

Efectos cruzados: La betahistina se utiliza para tratar el vértigo y la enfermedad de Ménière al mejorar el flujo sanguíneo en el oído interno y actuar como un agonista parcial de los receptores de histamina H1 y antagonista de los receptores H3. El alcohol, por su parte, deprime el sistema nervioso central y puede provocar mareos, somnolencia y descoordinación. Combinados, el alcohol puede contrarrestar o potenciar algunos efectos de la betahistina, como el alivio del vértigo, al tiempo que aumenta la somnolencia o el mareo.

Riesgo cardiovascular: La betahistina tiene un efecto vasodilatador leve, lo que puede reducir ligeramente la presión arterial, mientras que el alcohol también puede inducir vasodilatación temporal. En combinación, esto puede generar hipotensión (presión arterial baja), especialmente al levantarse rápidamente, lo que podría provocar mareos, desmayos o una sensación de debilidad.

Riesgo de estimulación excesiva o sedación: Aunque la betahistina no es sedante, el alcohol puede potenciar la somnolencia en personas sensibles. Esto puede resultar en descoordinación, fatiga extrema o dificultad para realizar tareas que requieren atención, como conducir o manejar maquinaria.

Riesgo gastrointestinal: La betahistina puede causar molestias gastrointestinales leves, como náuseas o dolor abdominal, y el alcohol irrita el revestimiento del estómago, especialmente en grandes cantidades. Combinados, podrían incrementar el riesgo de reflujo ácido, náuseas, o dolor estomacal.

Riesgo de sobrecarga hepática: Tanto la betahistina como el alcohol se metabolizan en el hígado. Aunque no se espera que la combinación cause una sobrecarga hepática significativa en personas saludables, el consumo excesivo de alcohol puede ejercer una presión adicional sobre el hígado, especialmente si la betahistina se usa de forma prolongada.

La combinación de betahistina y alcohol debe manejarse con moderación para minimizar el riesgo de mareos, hipotensión, molestias gastrointestinales y somnolencia excesiva. Si se experimentan síntomas como desmayos, náuseas severas, fatiga extrema o confusión, se debe evitar el consumo de alcohol y consultar a un médico.


Además de que evitar mezclar fármacos con otras sustancias es clave, ya que podría afectar la evolución de tu enfermedad o provocar interacciones peligrosas, ten en cuenta que la sustancia que quieres tomar puede ser peligrosa por si misma para la enfermedad por la cual tomas el fármaco. Consulta siempre a un profesional de la salud.

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Alcohol

Alcohol

¿Qué es?

Es una sustancia depresora del sistema nervioso central que se encuentra en bebidas fermentadas y destiladas como la cerveza, el vino y los licores.

Efectos y Riesgos:

Su consumo provoca relajación, desinhibición y euforia inicial, pero en dosis más altas puede causar somnolencia, pérdida de coordinación, deterioro del juicio y, en casos extremos, intoxicación etílica severa. El uso excesivo o regular puede generar daño hepático, enfermedades cardiovasculares y dependencia.

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Betahistina

Betahistina

¿Qué es?

La betahistina es un medicamento utilizado principalmente para tratar los síntomas del vértigo asociado con la enfermedad de Ménière, que incluye mareos, pérdida de equilibrio y zumbido en los oídos (acúfenos). Actúa mejorando la circulación sanguínea en el oído interno, lo que ayuda a reducir los episodios de vértigo.

Efectos y Riesgos:

La betahistina mejora la circulación sanguínea en el oído interno, reduciendo los síntomas de mareo y mejorando el equilibrio. Puede causar efectos secundarios como dolor de cabeza, náuseas, molestias gastrointestinales o enrojecimiento facial. En raros casos, puede producir reacciones alérgicas o efectos sobre la presión arterial. Su uso debe ser supervisado por un médico, especialmente en personas con antecedentes de úlceras gástricas o problemas cardiovasculares.

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