Mezclar Atenolol y LSD tiene
un incremento del riesgo y debes tener especial cuidado.

Estas combinaciones no suelen ser físicamente dañinas, pero pueden producir efectos indeseables e inesperados, como malestar físico o sobreestimulación. El uso extremo puede causar problemas de salud física. Los efectos sinérgicos pueden ser impredecibles. Se debe tener precaución al optar por usar esta combinación.

En general, la mezcla de drogas suele aumentar los riesgos y efectos impredecibles, por lo que se desaconseja, pero en cualquier caso es crucial informarse bien de antemano para proteger la salud. Nos guiamos por esta categorización de riesgos.

Efectos y riesgos

Efectos opuestos sobre el sistema cardiovascular: LSD puede causar taquicardia (aumento de la frecuencia cardíaca) e hipertensión arterial, mientras que el atenolol busca contrarrestar estos efectos. Esto puede generar una respuesta impredecible:

La taquicardia inducida por LSD podría no ser completamente contrarrestada por el atenolol, causando estrés adicional en el corazón.

En algunos casos, la combinación podría causar bradicardia paradójica (frecuencia cardíaca anormalmente baja).

Alteración del flujo sanguíneo cerebral: LSD provoca cambios en la presión arterial y la circulación cerebral. La acción del atenolol sobre la presión arterial podría aumentar el riesgo de mareos, desmayos o sensación de desorientación durante el «viaje» psicodélico.

Posible exacerbación de la ansiedad: Aunque el atenolol puede reducir físicamente algunos síntomas de ansiedad (como palpitaciones), el LSD tiene un fuerte impacto en el estado emocional y psicológico, lo que podría superar los beneficios del betabloqueante.

Interacciones con el sistema nervioso autónomo: El LSD activa el sistema nervioso simpático, mientras que el atenolol suprime su actividad. Esta contradicción puede hacer que la respuesta fisiológica sea impredecible, particularmente en usuarios con problemas cardíacos preexistentes.

Riesgo de prolongación del «mal viaje»: En un entorno estresante o con alta ansiedad, el LSD puede desencadenar experiencias negativas intensas. Si el atenolol limita la respuesta física de «lucha o huida», puede dejar al usuario atrapado en un estado psicológico incómodo.


Evitar mezclar fármacos con otras sustancias es clave, ya que podría afectar la evolución de tu enfermedad o provocar interacciones peligrosas, especialmente si el consumo es elevado. Consulta siempre a un profesional de la salud.

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LSD

LSD

¿Qué es?

Es una sustancia psicodélica derivada del ácido lisérgico, presente en un hongo que crece en el centeno y otros cereales. También conocido como ácido, suele consumirse en pequeñas dosis líquidas o impregnadas en papel secante.

Efectos y Riesgos:

El LSD altera la percepción sensorial, el pensamiento y el estado emocional, generando efectos como visuales intensos, distorsión del tiempo y sensaciones de conexión o trascendencia. Aunque no es adictivo, puede provocar episodios de ansiedad, confusión o pánico (“mal viaje”). En casos extremos, podría desencadenar trastornos psiquiátricos latentes. Su consumo repetido puede generar tolerancia rápida, y los “flashbacks” o percepciones alteradas días o semanas después de su uso son posibles riesgos psicológicos.

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