Potenciación de efectos depresores: Tanto el alprazolam como el cannabis tienen propiedades depresoras del sistema nervioso central (SNC), aunque a través de mecanismos diferentes. Su combinación puede aumentar la somnolencia, la relajación muscular y la reducción de la ansiedad, pero también puede causar una sedación excesiva o dificultar la capacidad para realizar tareas que requieren concentración.
Interacciones psicológicas: El alprazolam puede reducir la ansiedad asociada al consumo de cannabis, pero en algunos casos también puede amplificar la confusión, desorientación o sensación de desconexión. En usuarios sensibles, el cannabis puede inducir ansiedad o paranoia, y el alprazolam podría atenuar estos efectos, aunque no siempre de manera efectiva.
Riesgo de pérdida de control: Los efectos combinados pueden reducir significativamente el juicio, la coordinación y los reflejos, aumentando el riesgo de accidentes.
Depresión respiratoria: Aunque no es común con estas sustancias por separado, en dosis altas su combinación puede potencialmente afectar la respiración, especialmente si se combinan con alcohol u otros depresores.
Confusión y amnesia: El alprazolam puede causar amnesia anterógrada (dificultad para recordar eventos recientes), lo cual podría agravarse con el uso de cannabis.
Mayor riesgo de dependencia: Tanto el cannabis como el alprazolam tienen potencial adictivo, y su uso conjunto puede aumentar la probabilidad de desarrollar una dependencia psicológica o física.