Los estimulantes aumentan la tasa de respiración, permitiendo una dosis mayor de opiáceos. Si el estimulante pierde efecto primero, el opiáceo puede superar al paciente y causar paro respiratorio.
Estas combinaciones se consideran extremadamente perjudiciales y deben evitarse siempre. Las reacciones a estos medicamentos o drogas tomados en combinación son altamente impredecibles y tienen el potencial de causar la muerte.
En general, la mezcla de drogas suele aumentar los riesgos y efectos impredecibles, por lo que se desaconseja, pero en cualquier caso es crucial informarse bien de antemano para proteger la salud. Nos guiamos por esta categorización de riesgos.
Efectos y riesgos
¿Tienes experiencia con esta mezcla?
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Drogopedia no se hace responsable de las opiniones aquí vertidas.
Cocaína
¿Qué es?
Es un estimulante del sistema nervioso central derivado de las hojas de la planta de coca. Suele presentarse en forma de polvo blanco o cristales y es consumida principalmente por inhalación, pero también puede ser fumada o inyectada.
Efectos y Riesgos:
El consumo de cocaína produce euforia intensa, aumento de la energía, sensación de alerta y disminución del apetito. Sin embargo, estos efectos son de corta duración, lo que puede llevar a un uso repetitivo y compulsivo. Sus riesgos incluyen taquicardia, hipertensión, hipertermia, ansiedad, paranoia y, en casos extremos, paro cardíaco o cerebral. El consumo crónico puede dañar el sistema cardiovascular, el hígado, el sistema respiratorio y provocar dependencia severa.
Opioides
¿Qué es?
Los opioides son un grupo de sustancias naturales, semisintéticas y sintéticas que actúan sobre los receptores opioides del sistema nervioso para aliviar el dolor. Incluyen medicamentos recetados como la morfina, la hidrocodona y el fentanilo, así como sustancias ilícitas como la heroína.
Efectos y Riesgos:
Los opioides alivian eficazmente el dolor severo, reducen la ansiedad y generan una sensación de bienestar o euforia. Sin embargo, también pueden causar somnolencia, estreñimiento, náuseas y, en dosis altas, depresión respiratoria, que puede ser fatal.
El uso prolongado puede llevar a tolerancia, dependencia física y psicológica, con síntomas de abstinencia intensos como dolor, insomnio y ansiedad. Los opioides son altamente adictivos, y el uso indebido o recreativo aumenta significativamente el riesgo de sobredosis. Su consumo debe limitarse estrictamente a indicaciones médicas y bajo supervisión profesional.