Ambas sustancias estimulan el SNC, lo que puede intensificar el estrés cardiovascular y aumentar el riesgo de arritmias, hipertensión y efectos psicológicos adversos, como ansiedad y paranoia.
Efectos cruzados: Cuando se combinan, estas sustancias pueden amplificar mutuamente sus efectos estimulantes, aumentando los riesgos físicos y psicológicos.
Estrés cardiovascular: Ambas sustancias aumentan la presión arterial y la frecuencia cardíaca, lo que incrementa el riesgo de hipertensión, arritmias cardíacas, infartos y accidentes cerebrovasculares.
Ansiedad y paranoia: Tanto el modafinilo como la cocaína pueden causar ansiedad, especialmente en dosis altas. Su combinación aumenta el riesgo de paranoia y episodios de pánico.
Deshidratación y fatiga extrema: El aumento de la actividad física y mental provocado por ambas sustancias puede llevar a deshidratación severa y agotamiento físico.
Impacto psicológico severo: La cocaína puede desencadenar pensamientos impulsivos o estados emocionales extremos que podrían ser más difíciles de manejar bajo los efectos del modafinilo.
Riesgo de sobredosis: La percepción de los efectos de cada sustancia puede enmascararse, llevando a un consumo excesivo de cocaína, con riesgo de toxicidad aguda y complicaciones graves.
Tolerancia y dependencia: Ambas sustancias tienen potencial para causar tolerancia, especialmente la cocaína, lo que aumenta el riesgo de uso crónico y dependencia.
Si decides usar ambas sustancias juntas, hazlo con moderación extrema y evita dosis altas de cualquiera de ellas. Mantente hidratado, monitorea tu estado físico y mental, y busca atención médica si experimentas dolor en el pecho, taquicardia severa, paranoia intensa o dificultad para respirar. Esta combinación no es recomendable debido a los riesgos significativos involucrados.