Aumento de la glucosa en sangre: La cafeína puede provocar un aumento temporal de los niveles de glucosa en sangre al estimular la liberación de glucosa hepática. Esto podría requerir ajustes menores en las dosis de insulina en personas con diabetes que consumen cafeína regularmente.
Enmascaramiento de hipoglucemia: La cafeína puede provocar síntomas como palpitaciones, temblores o sudoración, que se parecen a los síntomas de hipoglucemia. Esto puede dificultar la identificación temprana de un episodio de hipoglucemia.
Efectos cardiovasculares: En dosis altas, la cafeína puede aumentar la presión arterial y la frecuencia cardíaca, lo que podría ser preocupante en personas con diabetes que tienen mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.