Efectos contrapuestos sobre la mente: La cafeína es un estimulante que promueve la alerta y la energía, mientras que el THC puede inducir relajación, alteración de la percepción y, en algunos casos, somnolencia o ansiedad. Juntos, pueden generar una sensación de contradicción: por un lado, el aumento de la energía debido a la cafeína, y por otro, la relajación o euforia del THC.
Posible aumento de ansiedad o paranoia: El THC puede generar ansiedad, paranoia o confusión en algunas personas, y la cafeína puede exacerbar estos efectos. En usuarios sensibles, la combinación de ambos puede aumentar el nerviosismo, el malestar físico o la percepción de incomodidad.
Aceleración del ritmo cardíaco: Ambos, la cafeína y el THC, pueden elevar el ritmo cardíaco. En algunas personas, esto puede generar palpitaciones o incomodidad, aunque no suele ser peligroso a dosis bajas.
Alteración de la concentración: El THC puede dificultar la concentración y la memoria a corto plazo, mientras que la cafeína tiende a mejorarla. La combinación puede causar un estado mixto, en el que algunas personas se sienten más alertas pero con la capacidad de concentración limitada.