Efectos psicoactivos intensificados: El THC es el principal compuesto psicoactivo del cannabis, por lo que mezclar THC con más cannabis (que también contiene THC y otros cannabinoides) generalmente intensifica los efectos psicoactivos, como la euforia, la alteración de la percepción del tiempo y el espacio, o la sedación.
Ansiedad y paranoia: El consumo de THC, especialmente en dosis altas o con variedades con alto contenido de este compuesto, puede inducir ansiedad o paranoia. Esta reacción puede ser más probable si el cannabis adicional también tiene un alto nivel de THC.
Aumento de la sedación: Dependiendo de la variedad de cannabis, los efectos sedantes pueden potenciarse, causando somnolencia o cansancio excesivo. Esto puede ser incómodo para algunas personas, especialmente si se consume durante el día o se necesita estar alerta.
Descoordinación y disminución de la concentración: El THC puede afectar la memoria a corto plazo y la coordinación motora, lo cual puede ser más pronunciado al mezclarlo con cannabis adicional, dificultando actividades que requieren atención y precisión.
Efectos sobre la salud respiratoria: Fumar cannabis (que puede incluir THC) puede irritar los pulmones y las vías respiratorias, lo que puede empeorar la tos o la dificultad para respirar, especialmente si se consume en grandes cantidades.