Efectos cruzados: La cafeína puede contrarrestar parcialmente la sedación de la ketamina, pero no reduce los efectos disociativos. Esto puede llevar a una experiencia en la que el cuerpo se siente “desconectado” mientras la mente permanece estimulada, lo que puede resultar desorientador.
Impacto psicológico: La ketamina puede inducir estados de desconexión, introspección o confusión. La cafeína puede aumentar la actividad mental, lo que podría amplificar el nerviosismo o la ansiedad si la experiencia con ketamina es difícil de procesar. En personas propensas a la ansiedad, la cafeína podría intensificar sentimientos negativos generados por la ketamina.
Impacto físico: La cafeína aumenta la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Aunque la ketamina no tiene un impacto cardiovascular significativo en dosis bajas, su combinación con cafeína podría sobrecargar el sistema cardiovascular en personas sensibles. Ambas sustancias afectan la coordinación y el equilibrio. La ketamina puede causar mareos o desorientación, mientras que la cafeína podría aumentar la percepción de incomodidad física.
Duración de efectos: Los efectos de la ketamina suelen durar entre 30 minutos y 1 hora en dosis recreativas, mientras que los de la cafeína pueden durar de 3 a 5 horas. Esto significa que la cafeína puede prolongar el estado de alerta incluso después de que la ketamina haya perdido su efecto principal, lo que podría causar agotamiento físico o mental.
Sobrecarga sensorial: La ketamina afecta la percepción sensorial y espacial. La cafeína, al aumentar la energía mental, puede amplificar estas alteraciones, lo que podría ser abrumador para algunos usuarios.