Efectos sobre el sistema nervioso: Aunque no hay sinergia directa entre los efectos de ambas sustancias, el tabaco puede potenciar algunos de los efectos del cannabis, como la sensación de relajación o el efecto psicoactivo de manera impredecible. Esto depende del individuo, su tolerancia y su estado físico o mental.
Efectos respiratorios: La combinación de ambos puede aumentar el daño a los pulmones, especialmente si se fuma con regularidad. Fumar tanto tabaco como cannabis puede irritar más las vías respiratorias, produciendo tos o dificultad para respirar, aunque este efecto es más relevante a largo plazo
Efectos psicoactivos y emocionales: El tabaco tiene efectos estimulantes que pueden interferir con la experiencia del cannabis, ya sea aumentando la ansiedad o potenciando sensaciones de relajación. Sin embargo, para algunos usuarios, fumar tabaco mientras consumen cannabis puede reducir la ansiedad o el mareo provocado por el THC.
En general, no hay un riesgo significativo de reacciones adversas graves al combinar estas sustancias, pero en algunas personas, el consumo conjunto puede inducir efectos psicológicos impredecibles como el aumento de la ansiedad o una sensación de descontrol.
Riesgo de dependencia: Usar ambas sustancias con frecuencia puede contribuir al desarrollo de dependencias duales (de nicotina y de cannabis), lo que podría llevar a un mayor consumo de ambas y aumentar el riesgo de complicaciones a largo plazo.