Efectos sinérgicos peligrosos: Tanto el fentanilo como la ketamina tienen efectos sedantes y pueden deprimir la función respiratoria. Mientras que el fentanilo es un depresor opioide potente, la ketamina, aunque principalmente disociativa, también puede causar depresión respiratoria en dosis altas. Al combinarse, el riesgo de que una de las sustancias potencie los efectos sedantes de la otra es muy alto, lo que puede resultar en una parada respiratoria o una sobredosis fatal.
Enmascaramiento de los síntomas de sobredosis: Uno de los grandes riesgos de esta combinación es que, al igual que con otras combinaciones de sedantes, los efectos de la ketamina podrían enmascarar los síntomas de sobredosis del fentanilo. Esto podría llevar a una persona a no darse cuenta de la gravedad de la depresión respiratoria inducida por el fentanilo. La sedación profunda causada por la ketamina podría hacer que la persona no sea consciente de la falta de respiración, lo que aumenta el riesgo de muerte por asfixia.
Interacción impredecible: Ambas sustancias afectan el cerebro y el sistema nervioso central, pero de formas diferentes. La combinación de sedación y disociación provocada por ambas puede ser impredecible y altamente peligrosa, ya que puede alterar el juicio de la persona y evitar que reconozca los síntomas de sobredosis o dificultad respiratoria.
Recomendación: Evitar siempre la combinación de fentanilo y ketamina. Los riesgos de esta combinación son impredecibles y extremadamente altos, con la posibilidad de parada respiratoria y muerte por sobredosis. La interacción de ambas sustancias puede causar efectos aditivos de sedación y depresión respiratoria, por lo que no se debe utilizar juntas bajo ninguna circunstancia.