Hablemos de las sustancias Empatógenas-Entactógenas. Este grupo lo componen aquellas que producen empatía, aceptación, conexión, bienestar… pero sin olvidar que también pueden producir golpes de calor, problemas cardiovasculares, ansiedad, depresiones o adicción.
Además de su uso recreativo, más recientemente su uso terapéutico está muy de actualidad para el tratamiento del estrés postraumático y los conflictos de pareja, y muy pronto estará autorizado para uso médico controlado en EEUU y Europa (ya lo está en Australia).
Son aquellas sustancias que producen experiencias emocionales llenas de empatía, buen rollo, felicidad, baile y hasta psicodelia en dosis altas.
Son muy populares en discotecas y festivales, pero también cada vez lo son más en consultas de psiquiatría para el tratamiento del estrés postraumático o de los problemas de pareja.
Hablamos fundamentalmente de la MDMA, también llamada Éxtasis o Droga del Amor, pero también sus hermanas más jóvenes como la Metilona, Mefedrona o el 6APB.
Las drogas empatógenas son todas sintéticas y la mayoría fueron sintetizadas por el bioquímico Alexander Sasha Shulgin durante los años 80. Y otras han surgido en estos últimos años, pero lo que todas ellas hacen es librar una gran cantidad de serotonina y otros neurotransmisores como la dopamina y la oxitocina, responsables de sus efectos empatógenos y pro sociales.
Riesgos
Los principales riesgos de estas drogas se manifiestan a dosis altas, en personas inadecuadas o en contextos inadecuados, y tienen que ver fundamentalmente con su capacidad para elevar la temperatura corporal pudiendo llegar a producir golpes de calor o su capacidad para influir sobre el sistema cardiovascular llegando a producir hipertensión, arritmias o incluso infartos, y también pueden darse cuadros de ansiedad o bajones.
Su uso muy continuado puede llegar a producir neurotoxicidad, depresión o adicción aunque esto sea menos frecuente.
En cualquier caso, si se consume un empatógeno para reducir sus riesgos es importante hidratarse bien pero sin pasarse, y evitar lugares calurosos. Por supuesto, no consumir si se está mal, o se tienen antecedentes familiares de psicosis, bipolaridad o esquizofrenia.
El consumo de drogas legales o ilegales y fármacos conlleva riesgos y no es recomendable. Si decides hacerlo, infórmate bien sobre las sustancias, sus efectos, duración y dosificación, consulta a tu médico y utiliza servicios de reducción de riesgos como Energy Control, Dance Safe, Kosmicare o Échele Cabeza.
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